Casa Intermitente es un reactor poético que funciona a partir de la inestabilidad.
Se define, casi siempre, en cuatro etapas más o menos marcadas:
Llegada: confusa pero tajante, motivada por la arenga de hacer lo que no sabemos hacer.
Asentamiento: nos apropiamos confianzudamente de lo que tenemos a mano, sabiendo que si hay siesta será a cuentagotas.
Estadía: un "por las dudas" funciona como exprimidor que saca el jugo al tiempo que estamos.
La acción de los artistas se activa en esta etapa, haciendo de la adversidad un recurso natural: ni mucha para coartar la obra que nace, ni poca para que no haya de donde agarrarse.
Ida: La urgencia es un motor fundamental en nuestro hacer, ya que estamos donde estamos hasta que por algún motivo nos vamos.
Ese apagón es sólo un preámbulo.
Residencia. Octubre 2022